miércoles, 17 de octubre de 2012

COMENTARIO CRÍTICO I : Evolución, darwinismo y software libre. El programa más apto

  Lo bits se multiplican, se reproducen a través de la red, se cruzan entre sí y producen nuevos bits. 
  ¿Cuáles son los más aptos? serán los que respondan a las necesidades de la naturaleza humana, y por lo tanto sobrevivan a la jungla de Internet. 
Podemos comparar los genes con los bits, como también ADN con ''códigos fuentes'' y en vez de naturaleza, de usuario. Es allí donde hay dos caminos diferentes: los programas más conocidos y el software libre.
   ¿A qué nos referimos cuando hablamos de ''software libre''?
''Podríamos decir que lo que hace que un programa de computadora sea libre es su licencia''
Los softwares que nos facilita el autor en este artículo son softwares que no pueden llegarse a modificar ni ver cómo han sido hechos, pero existen otro tipo de softwares que podemos modificarlos,ver cómo es su proceso de fabricación y poder transmitirlo al usuario que deseemos con nuestras modificaciones. Según indica Richard Stallman ''la sociedad se beneficiaría con mejores programas''
   La evolucion del sofware lo podiamos clasificar como una respuesta no sistemática a la necesidad de realizar algun trabajo, ya que aparece de manera azarosa cuando un programador se enfrenta a que su ordenador disponga de los programas más cualificados para poder desarrollar mejor su trabajo.
    Pero,¿como podemos descargarnos un sofware libre? a través de tres versiones como son la alpha,para desarrolladores,beta,para usuarios que no le importa arriesgarse con programas que  no funcionen  y por ultimo el que utilizan los usuarios que su trabajo no le permite margen de error.
   Cuando hablamos de evolucion no sabemos que camino se adaptara mejor a nuestras necesidades, ¿cuál será la fórmula más apta?. En la evolución es dificil saber cual será el camino más viable, por lo que no hay respuesta adecuada para saber si el programa triunfará o quedará obsoleto.
                                                                 Texto escrito por  Guillermo Movia y Esteban Magnani 


 



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